Valentia Mediaevalis : La reliquias de San Vicente Ferrer custodiadas en la Catedral de Valencia.
Este blog está registrado en la Biblioteca Nacional de España con el número de ISSN 2603-8714

sábado, 27 de enero de 2018

La reliquias de San Vicente Ferrer custodiadas en la Catedral de Valencia.


San Vicente Ferrer, Patrono de la ciudad de Valencia y de toda la comunidad autónoma, nació en Valencia el 23 de enero del año 1350, y fue bautizado en la parroquia de San Esteban.

Fue San Vicente, dominico, una persona de lo más influyente no solo en la Valencia de su época (de hecho fue nombrado compromisario en Caspe en representación del Reino de Valencia), sino en prácticamente toda Europa. 

Extenso sería ahora contar aquí la historia de este valenciano, de como intervino en el Cisma de Occidente, en el Compromiso de Caspe antes citado, de sus escritos y enseñanzas de Filosofía y Teología, las cuales impartió en la Antigua Sala Capitular de la Catedral de Valencia, hoy Capilla del Santo Cáliz, de su vida y obra, y como no, de sus milagros, los cuales lograba con tan solo alzar su dedo índice, por lo que fue conocido cariñosamente como "San Vicent el del ditet".

Murió San Vicente Ferrer el 5 de abril del año 1419 en la población de Vannes, reposando sus restos en la Catedral de Saint-Pierre.

Sin embargo, la Catedral de Valencia conserva varias reliquias de este santo, unas conocidas, pero otras no tanto...


Retablo cerámico donde se representa a San Vicente Ferrer en la fachada de la Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María. Plaza de l'Almoina. Valencia. Obra de  Jauime de Sclas Aracil (año 1955).
Fotografía de Javier Quiñones García. www.retabloceramico.net



Curiosamente, la que es considerada la mayor reliquia que se conserva de San Vicente Ferrer, el radio de su brazo derecho, no se encuentra en la Catedral de Valencia, sino en el Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer, en la localidad de San Antonio de Benagéber. Se encuentra en el interior de un bonito relicario de plata rematado con el busto del santo.

Esta reliquia fue donada al Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer por el Arzobispado de Vannes y el Ministerio de Cultura francés en el año 1980. La reliquia fue recogida en la preciosa Catedral de Vannes, y se hizo su recepción oficial en Valencia en el mes de marzo, entregándose en la Catedral, para ser enviada poco después a San Antonio de Benagéber.

Pero veamos cuales son las reliquias de San Vicente Ferrer que custodia la Catedral de Valencia, que no son pocas.

La primera de las reliquias con la que nos encontramos es con un fragmento de hueso, el cual se guarda en un cofre cerrado, que a su vez se encuentda  colocado en un relicario de madera recubierto de chapa de plata. Este fragmento de hueso fue regalado por  Juan de Ribera en el año 1600,  trasladándose a la Catedral desde la casa natalicia del santo el 1 de Agosto de ese mismo año. 

La segunda de las reliquias es nada menos que la capa de San Vicente Ferrer, la cual se encuentra en una urna de cristales unidos por guarniciones de plata. Lo cierto es que tan solo se conserva un pequeño pedacito de este manto del santo valenciano. Aunque el canónigo Sanchis i Sivera decía en su obra sobre la Catedral de Valencia desconocer la procedencia de esta reliquia, sí aseguraba que se tenía constancia de que en el siglo XVI ya era venerada por los fieles. 


Manto de San Vicente Ferrer en el Museo de la Catedral de Valencia.


Sin embargo, el Padre Teixidor, en su obra "Capillas y sepulturas de la Iglesia y Claustro del Real Convento de Predicadores" (1755), contaba un milagro sucedido durante el traslado de la capa de San Vicente Ferrer al Convento de Predicadores, traslado que se realizó en procesión con motivo de la canonización hecha a San Vicente el 29 de junio del año 1455 por parte del papa Calixto III.  El 1 de febrero de 1456, durante esta procesión,  cayó desde el campanario del Convento de Predicadores un joven llamado Vicente, quien milagrosamente, no sufrió ningún daño:


En lo dit any 1456, primer dia de febrer feren professó per Sen Vicent Ferrer de la Seu al Monestir de Predicadors, e portaren hi la seua capa. E aquell dia caigué un fadrí, que dien Vicent, del campanar de Prehicadors e nos feu nengún mal.

Esta reliquia se puede ver hoy en el museo catedralicio, en la sala novena de la segunda planta. Anteriormente se guardaba en una caja de marfil y ébano con cristales a sus lados. Fue una donación hecha a la Catedral del Convento de Predicadores


La tercera de las reliquias que podemos encontrar en la Catedral es una auténtica joya. Se trata de la conocida como Biblia de San Vicente Ferrer, un bonito ejemplar en vitela, el cual contiene abundantes notas marginales que el propio santo anotó, sobre todo en los márgenes de los Evangelios y de las cartas de San Pablo,  y  que según cuenta la tradición,  y también  puede leerse en su primera página, usó para sus predicaciones: “Hanc Bibliam portabat secum divus sanctus Vincentius Ferrer in qua sunt quaedam scolia sua propia manu”.

Se trata de una preciosa Biblia de 510 hojas escritas en latín, en letra minúscula gótica (a excepción claro está de las mayúsculas de los títulos e iniciales) y en dos columnas, exceptuando la parte final, que está escrita en tres columnas. Esta maravilla llegó a la Catedral de Valencia posiblemente entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI.



Biblia de San Vicente Ferrer. 



Detalle de la primera hoja de la Biblia de San Vicente Ferrer.


En palabras del Canónigo Archivero de la Catedral de Valencia, Vicente Pons Alós“se trata de un manuscrito de la segunda mitad del s. XIII de una Biblia escrita e iluminada en un taller parisino, que debió pasar a san Vicente en su etapa de Aviñón, y que presenta dos iniciales historiadas magníficas, la primera en el inicio del texto, y la segunda con los siete días de la Creación al comienzo, en el Génesis”. Todo parece indicar que esta Biblia fue la que sirvió de base para la primera traducción realizada a una lengua románica, la realizada por el hermando de San Vicente, Bonifacio Ferrer, una biblia hoy en día desaparecida, y que es conocida como la "Biblia valenciana".


Biblia de San Vicente Ferrer.


Detalle de una de las hojas de la Biblia de San Vicente Ferrer.


Detalle de una de las hojas de la Biblia de San Vicente Ferrer.


Aunque el original se encuentra en el Archivo Metropolitano, podemos admirar un facsímil en la sala segunda de la planta baja del museo catedralicio.

La cuarta de las reliquias consta de los cabellos, un trozo de hábito, el cilicio y  una media de San Vicente Ferrer. Se encuentra todo dentro de un tubito de cristal guarnecido con adornos de plata sobredorada, y donde se ve una imagen del santo hecha del mismo metal. Se ignora por completo cual es el origen de esta reliquia.

La quinta y última de las reliquias de San Vicente Ferrer son dos huesos de uno de los dedos de su mano. Se guarda esta reliquia dentro de un recipiente de vidrio o redoma decorada con varios adornos de plata dorada, entre los que se encuentra una imagen del santo. También de esta reliquia se desconoce su origen.

Pero aquí no acaba la historia de las reliquias de San Vicente Ferrer. Todavía custodiaba la Catedral, al menos, dos reliquias más, hoy desaparecidas.

La primera de ellas es una carta, carta la cual reproducimos a continuación, y que se encontraba dentro en un precioso marco de plata. Iba dirigida nada memos que al rey D. Martín el Humano. Esta carta junto con su marco de plata se  la regaló a la Catedral el 15 de septiembre del año 1784 Dª María Baudino.  Según afirma la tradición, se dice que era autógrafa de San Vicente, pero ya el canónigo Sanchís i Sivera lo ponía en duda, inclinándose a creer que no era más que una copia, ya que su letra no era del siglo XV. Esta carta desapareció en el año 1936.

Al molt alt lo Senyor Infant en Martí. Molt alt Senyor. La vostra letra he rebuda per Mossen Pere Sanchiz e mot afectuosament suplech a la vostra Señoria que la gratia ya otorgada a nosaltres per lo Senyor Rey a requesta e intercessio vostra que lajam en breu en forma autentica per tal Senyor que tots los nostres  frares ensemps ab mi sien tenguts de suplicar nit e dia per tostemps al Rey dels Reys per vostre exalçament. La quantitat que vos Senyor  voleu saber de la mortiçazio que nos havem menester es de dos milia sous segons la forma en la gratia real de mil sous. Lo trellat de la qual  vos tramet entrecius en la present letra. Del sobre pus Senyor teniu per cert del fet dels meus sermons segons que en lalatra letra vos fiu saber. Car puix vos Senyor tanta merce feu al nostre monestir justa cosa es que yo vos sevexca dels fruits del meu ort habundantment. Jatsia que iames per ninguna persona nols haja volgut comunicar. E tinvh mo Senyor a gran honor que vos siau lo primer e que la obra sia endreçada a la vostra Senyoria  per letraa que pasada al començament  del libre en loch de prolech o prohemi. Lo Salvaddor conserve y exalce  la vostra Senyoria en la sua bebedictio. Amen. Escrita en Valentia lo dia de St. Sebastia.  Placiaus Senyor que gireu la cara en vers Sor Catherina la qual per vos ia qui la seua cella de Sent Miquel  de Liria  es esta costa Sogorb car entes he que la almoyna que nos li manas esser feta es cessada del tot, e passa gran affany prenausne pietat Senyor. Indigne servidor de J. Christi frare Vicent ferrer pecator.

Carta de San Vicente Ferrer al entonces infante Martín, publicada por el canónigo Sanchis i Sivera en su obra La Catedral de Valencia.


La segunda de las reliquias desparecidas también en 1936 era un trozo de costilla del Santo, reliquia que fue donada por el Cabildo Catedralicio de Vannes al general don Juan del Águila, quien se encontraba a finales del siglo XVI en el ducado de Bretaña:


...havida consideracion que el dicho Joan del Aguila havia asistido tanto tiempo en aquellas partes deffendiendo la fee catholica tuveiron por bien de le dar contento en cumplimiento de que ya se lo tenian offrecido assi en execucion desto en presencia de personas fidedignas sacaron del cuerpo santo del dicho Sr. Glorioso Sant Vicente Ferrer una parte y pedaço de una costilla y la embolbieron con un pedazo que cortaron de la tunica wn que estava embuelto el dicho santo cuerpo testificando de todo este acto y Escritura publica segun el sitio de la dicha ciudad e Iglesia de Vannes para que constasse en todos tiempos y pates de la dicha verdad....

Tras volver a España, Juan del Águila envió desde Madrid a Valencia la reliquia de San Vicente, siendo el encargado del transporte su mayordomo Lamberto Fivis. De esta entrega, levantó escritura el notario Juan Gran el 5 de abril del año 1600, siendo testigos de ello Cristobal Zanoguera, quien era embajador del rey, Pedro Miquel, abogado y Síndico de la ciudad de Valencia, Jerónimo Pérez Arnal, y Marcelo Cerdán.


Retrato de don Juan del Águila.


 Los Jurados de la ciudad de Valencia comunicaron de inmediato la noticia al arzobispo Juan de Ribera, sin embargo, le ocultaron la existencia de la carta firmada en Madrid por el general del Águila donde pedía expresamente que la reliquia fuera custodiada en la Catedral de Valencia.

Finalmente, el trocito de costilla de San Vicente Ferrer descansó en el lugar elegido por Juan del Águila, pero de como ocurrieron los hechos para ello, lo contaremos en otra ocasión...

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